Anafric se une a la celebración del Día del Medio Ambiente y destaca la labor que están realizando ganaderos e industrias para mejorar día a día la sostenibilidad de sus producciones y su compromiso con el medio ambiente. El sector ganadero-cárnico es perfectamente consciente de los retos medioambientales que afronta nuestra sociedad y por ello trabaja cada día para conseguir un modelo de producción de una ganadería y una industria cada vez más sostenibles y en constante evolución hacia la neutralidad de su huella ambiental.
Cada 5 de junio tenemos una cita con la sostenibilidad: se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Este día está marcado en el calendario desde el año 1974, cuando las Naciones Unidas establecieron esta celebración para concienciar e implicar a la población en la conservación de nuestro planeta. El 5 de junio se celebra que más de 100 países se suman ya al cuidado de nuestro medio ambiente y que cada vez más personas ayudan a que el planeta mejore.
Reducción de los gases de efecto invernadero
Por ello se están desarrollando sistemas de producción y nuevas técnicas para aminorar el impacto ambiental y reducir progresivamente las emisiones de gases de efecto invernadero. Según los últimos datos oficiales del Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero -del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico– la producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país.
Según datos de la plataforma Carne y Salud, cabe destacar que la ganadería es un ejemplo de economía circular, con actividades como el aprovechamiento como coproductos para la alimentación del ganado de subproductos de producciones vegetales destinadas a uso humano, o la gestión eficiente de estiércoles y purines como subproductos con una importante utilidad agronómica como fertilizantes orgánicos de cultivos.
La producción ganadera de carne representa únicamente el 7,8% del total de emisiones de GEI de nuestro país.
Compromiso de la ganadería y la industria cárnica con la sostenibilidad y los ODS
Ejemplos de este compromiso son las acciones sectoriales para reducir un 15% la huella de carbono en el sector vacuno, la reducción de un 47% de las emisiones de amoniaco y un 54% las de metano en el sector porcino, el ahorro de hasta un 30% en el uso de agua por cada kilo de carne producido o el fomento de las producciones sostenibles de carne de conejo, cordero y ave, así como la investigación en alimentos para el ganado más eficientes y con menor huella medioambiental.
No hay que pasar por alto el compromiso del sector ganadero-cárnico con la sostenibilidad y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). En esta dirección, el sector porcino está trabajando para avanzar en los objetivos de reducción establecidos por la Comisión Europea y alcanzar en 2050 un impacto climático neutro de su actividad tanto en emisiones GEI como en impacto en suelos, agua o aire. De hecho, su reducción de emisiones GEI por cada kilo de carne producido ha sido de un 41% en los últimos 15 años.
Por su parte, el sector vacuno ha lanzado la estrategia Vacuno de Carne Carbono Neutral 2050, con el objetivo de alcanzar también la neutralidad
climática del sector, asumiendo un papel proactivo en la reducción de las emisiones y en su sostenibilidad ambiental, promoviendo actividades de investigación y desarrollo tecnológico para aplicar los resultados a la actividad diaria de sus productores. Por ejemplo, en las últimas dos décadas el sector ha conseguido reducir las emisiones asociadas a los estiércoles en un 18%.
Ejemplos de este compromiso son las acciones sectoriales para reducir un 15% la huella de carbono en el sector vacuno, la reducción de un 47% de las emisiones de amoniaco y un 54% las de metano en el sector porcino, el ahorro de hasta un 30% en el uso de agua por cada kilo de carne producido o el fomento de las producciones sostenibles de carne de conejo, cordero y ave, así como la investigación en alimentos para el ganado más eficientes y con menor huella medioambiental.
La ganadería de ovino y caprino de carne en España provee tanto servicios de soporte de los ecosistemas como la conservación de la biodiversidad y el reciclado de nutrientes, como servicios de regulación (secuestro de carbono, fertilización, dispersión de semillas, contribución a la polinización, prevención de incendios forestales y control del flujo del agua y la erosión del suelo) y servicios culturales (conocimiento ecológico tradicional y patrimonio cultural, turismo, educación y formación).
El sector ganadero-cárnico español permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera, como las dehesas en el caso del cerdo ibérico o el pastoreo tradicional del ovino y caprino y el del vacuno en dehesas y zonas de montaña, que están unidos al fomento de la biodiversidad y la conservación de los espacios naturales.
Muchas de estas superficies no pueden ser utilizadas para la producción agrícola de uso alimentario humano. Pero el aprovechamiento ganadero de los pastos los convierte en sumideros de carbono, contribuye a la fertilización y la retención del agua de lluvia, reduciendo la erosión y la desertificación.
En este sentido, hay que conocer que, en España, el ganado de todo tipo pastorea algo más de 25 millones de hectáreas, que son áreas que no son aptas para la agricultura y no se destinan ni pueden destinarse a este fin. Son un conjunto de territorios en los que se infrautilizan los recursos, con valores que se estiman entre el 23% en el centro y sur y el 45% en las zonas de montaña, y que, por lo tanto, sin su utilización ganadera estarían desaprovechados, mientras que la actividad ganadera los potencia como ecosistemas como almacén de la biodiversidad con un compendio de funciones ecológicas.
El sector ganadero-cárnico español permite mantener importantes ecosistemas que no serían viables sin su utilización ganadera.
Por otra parte, el pastoreo es fundamental para la limpieza del monte y la prevención de los incendios forestales, así como para una mayor diseminación de nutrientes y el consiguiente aumento de la fertilidad del suelo. No hay que olvidar que con el abandono del pastoreo el ecosistema evoluciona hacia sus estadios forestales, más pobres en especies, de paisaje más cerrado y vulnerables al fuego. Hay que destacar que en un incendio, además de todos los efectos negativos más conocidos que se producen sobre la población, la flora y la fauna, se liberan también enormes cantidades de carbono acumulado en las biomasas de esas zonas boscosas.
Por su parte, en la industria cárnica, las medidas de ecodiseño empleadas en los últimos veinte años han permitido el ahorro de 528.700 toneladas de materia prima, evitando la emisión de 1.430.500 toneladas de CO2, según los últimos datos de Ecoembes. Esta organización ha certificado que la industria cárnica contribuyó a la protección del medio ambiente con el ahorro de 57.901 toneladas de CO2 equivalentes en el año 2019, gracias al reciclado de sus envases.
De hecho, las industrias cárnicas han implantado 1.306 medidas de mejora de sus envases desde 2012, lo que ha supuesto un ahorro de 6.802.968 kilogramos de materias primas. En definitiva, gracias al compromiso del sector ganadero-cárnico español con el medio ambiente, y al trabajo e inversión de recursos en la mejora constante de instalaciones, técnicas y procesos, su actividad favorece la sostenibilidad en los territorios, ayudando además a consolidar el tejido socioeconómico de estas zonas.
Las industrias cárnicas han implantado 1.306 medidas de mejora de sus envases desde 2012, lo que ha supuesto un ahorro de 6.802.968 kilogramos de materias primas.