Con motivo de la Cumbre del Clima en Egipto, Anafric va a publicar los diferentes o acciones que el sector cárnico está realizando para frenar el cambio climático.
Ejemplo de uno de esos grandes planes de acción es el proyecto europeo Life Beef Carbon. Gracias a ello, se compromete al sector vacuno de carne a reducir su huella de carbono en un 15% en diez años de manera colectiva y gracias al trabajo conjunto en cuatro de los principales países europeos productores de carne de vacuno: Francia, Italia, Irlanda y España.
La principal intención de este proyecto es promover sistemas innovadores de producción animal y nuevas prácticas que consoliden la sostenibilidad económica, medioambiental y social de las granjas de vacuno.
Mantenimiento de la biodiversidad
Para llevar a cabo ese proyecto se ha realizado un inventario con las metodologías y las prácticas ya existentes, analizando los gases de efecto invernadero común, que permitirán la actualización de prácticas vanguardistas destinadas a la causa ya mencionada. Este diagnóstico muestra también las contribuciones positivas de la producción como el mantenimiento de la biodiversidad gracias a los pastos y los setos o la fijación de carbono que compensa de media un 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la ganadería.
Pero si hay que destacar objetivos de este plan de acción que buscan, más que estudiar y supervisar, cambiar la produccióndesde dentro, cabe señalar que se crea un observatorio de unas 2.000 granjas de vacuno piloto que servirán para evaluar el carbono a gran escala, formando a 150 asesores nacionales y regionales, además de 170 agricultores innovadores implicados en la construcción de un conocimiento común que, posteriormente, podrán difundir a los productores de carne que transformarán el sector poniendo en práctica los nuevos métodos.
Entre estas nuevas prácticas podemos recalcar que se utilizará en mayor medida lo producido en las granjas, se ajustarán los aportes alimenticios aumentando los lípidos en la ración y se mejorará el manejo del rebaño. Esta última idea se basa en que el pastoreo es una actividad crucial para proteger el entorno porque ayuda a preservar casi el 70% de los hábitats naturales españoles.
Al hilo de ello, realizar una buena gestión de los estiércoles evitaría la compra de fertilizantes o maximizar el almacenamiento de carbono manteniendo la superficie de los pastos permanentes o implantando cultivos intermedios
Este sector no ha parado de innovar y se puede decir que ya ha incorporado muchas de estas técnicas, siendo Beef Carbon ese proyecto que va a posibilitar la mejora del impacto ambiental, así como la parte económica y social de todas las granjas. Si nos fijamos en España, se trabaja en un total de 127 explotaciones en las zonas de Castilla la Mancha, Castilla y León, País Vasco y Extremadura.
En definitiva, estos planes de acción dejarán patente en las cadenas de valor de la carne de vacuno el interés y la viabilidad del proyecto que permitirá, fundamentalmente, que se reduzca la huella de carbono en vacuno en un 15% en 10 años.
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