El Centro de Seguridad y Calidad de la Carne de la Universidad del Estado de Colorado (CSU) organizó recientemente en Denver (EE.UU.) la «Cumbre Internacional sobre el Papel de la Carne y el Ganado en la Sociedad» para abordar el papel social de la carne y el ganado, basándose en el trabajo de la Declaración de Científicos de Dublín 2022.
El acto, de dos días de duración y subvencionado por el Departamento de Agricultura de EE.UU., reunió a expertos de todo el mundo para debatir sobre producción sostenible, nutrición, impacto ecológico e innovaciones en la gestión ganadera. Los participantes debatieron sobre el papel social de la carne y el ganado en la alimentación y la nutrición, examinando el debate científico y los retos relacionados con la producción sostenible de alimentos, la seguridad alimentaria y el impacto medioambiental.
Áreas clave tratadas
En resumen, el simposio abarcó tres áreas clave:
- Salud y nutrición: Haciendo hincapié en el papel de los «alimentos de origen animal» para hacer frente a la malnutrición y apoyar dietas equilibradas en diferentes grupos de ingresos.
- Consideraciones sociales: Centrándose en los avances tecnológicos, el bienestar animal, la seguridad alimentaria y la importancia de una comunicación eficaz con los consumidores.
- Ecología y medio ambiente: Exploración del impacto de la ganadería en los ecosistemas, incluida la salud del suelo, la biodiversidad y la gestión del carbono, teniendo en cuenta prácticas sostenibles.
El simposio concluyó que el aumento de las enfermedades relacionadas con la dieta y la necesidad de mejorar las recomendaciones dietéticas exigen un nuevo enfoque de la alimentación basado en un concepto denominado «Tabla de Nutrición». Este modelo propone una nutrición que respete las necesidades individuales, culturales y económicas, centrándose en la autodeterminación alimentaria. Según los investigadores, los riesgos para la seguridad alimentaria aumentan cuando se restringen o gravan alimentos ricos en nutrientes como la carne, lo que provoca un aumento de los precios y, en consecuencia, una mayor inseguridad alimentaria.
Desde una perspectiva ecológica, los expertos del simposio de Denver señalaron que a menudo se acusa al sector ganadero de contribuir al cambio climático, pero propusieron que una gestión ganadera adecuada puede promover de forma sostenible la salud del suelo, la biodiversidad y la retención de carbono. Sin embargo, se señaló que unas políticas públicas desequilibradas basadas en evaluaciones parciales pueden perjudicar a las comunidades rurales sin producir mejoras ecológicas significativas.
El simposio concluyó que el aumento de las enfermedades relacionadas con la dieta y la necesidad de mejorar las recomendaciones dietéticas exigen un nuevo enfoque de la alimentación basado en un concepto denominado «Tabla de Nutrición». Este modelo propone una nutrición que respete las necesidades individuales, culturales y económicas, centrándose en la autodeterminación alimentaria. Según los investigadores, los riesgos para la seguridad alimentaria aumentan cuando se restringen o gravan alimentos ricos en nutrientes como la carne, lo que provoca un aumento de los precios y, en consecuencia, una mayor inseguridad alimentaria
Otro tema central fue el uso de la tecnología en la producción ganadera para mejorar la sostenibilidad y la eficiencia, con soluciones como la inteligencia artificial y la selección genética para potenciales impactos positivos a gran escala. Se reconoció que la adopción de estas tecnologías se ve a menudo obstaculizada por la normativa y la resistencia, lo que limita las oportunidades de mejora, especialmente en los países de ingresos bajos y medios. Retrasar el acceso a innovaciones como la mejora genética conlleva costes significativos en términos de beneficios no obtenidos, en particular para cuestiones críticas como las enfermedades animales.
La Cumbre subrayó que la adopción de nuevas tecnologías en la agricultura debe hacerse de forma ética, teniendo en cuenta las obligaciones para con los animales, las personas y el medio ambiente. Además, destacó la necesidad de una comunicación eficaz entre científicos, productores y público en general: la confianza en los nuevos descubrimientos y recomendaciones científicas depende en gran medida de la capacidad de los científicos para explicar de forma clara y transparente los beneficios de sus investigaciones, minimizando al mismo tiempo los prejuicios.
La importancia de la comunicación
Un punto interesante que se reconoció fue que el público a menudo encuentra más creíbles a los productores que a los científicos. En consecuencia, es esencial mejorar la comunicación científica, haciendo que los científicos sean más responsables a la hora de compartir sus hallazgos y garantizar que sean comprensibles y relevantes para la sociedad.*
Según el primer ponente de las dos jornadas, Charlie Arnot, director ejecutivo del Center for Food Integrity: “Tenemos que ser capaces de cambiar nuestra mentalidad y comprender que los científicos deben comunicar de una manera muy diferente. Tendrán que comprometerse con más frecuencia. Todo el sector tiene que adoptar este enfoque de comunicar basándonos en valores. Introduciremos la ciencia cuando esté permitido y mantendremos ese enfoque durante décadas porque se trata de un reto generacional. No ocurrirá rápidamente, por lo que es importante comprender el papel de la ciencia”.
A principios de 2025 se publicará en «Animal Frontiers» un «Llamamiento a la Acción de Denver». En ella se abogará por una política mundial y un cambio en los medios de comunicación para dar prioridad a una alimentación adecuada de las poblaciones mundiales basada en recomendaciones dietéticas más fundamentadas que respeten las diversas necesidades alimentarias y contextos culturales
El llamamiento a la acción de Denver
Durante la Cumbre se anunció que a principios de 2025 se publicará en «Animal Frontiers» un «Llamamiento a la Acción de Denver». En ella se abogará por una política mundial y un cambio en los medios de comunicación para dar prioridad a una alimentación adecuada de las poblaciones mundiales basada en recomendaciones dietéticas más fundamentadas que respeten las diversas necesidades alimentarias y contextos culturales.
La Convocatoria también abordará el papel ecológico de los sistemas ganaderos, advirtiendo contra las políticas excesivamente simplificadas y abogando por alejarse de los enfoques únicos. En general, el llamamiento insistirá en la necesidad de elevar el nivel de las pruebas científicas en la formulación de políticas, subrayando la importancia de la transparencia, el rigor y el respeto por la ciencia.
* En cuanto a los científicos y la comunicación, recomendamos ver la entrevista con el profesor Frederic Leroy (Universidad Libre de Bruselas) y Eleanor Luther, de la Global Meat Alliance.