El papel esencial de la mujer en el medio rural y la ganadería

La mujer desempeña una labor fundamental en el medio rural y en la ganadería, pero no ha tenido el reconocimiento de su labor ni la visibilidad que merece su actividad y dedicación, según destacan las seis organizaciones interprofesionales del sector, ASICI, AVIANZA, INTERCUN, INTEROVIC, INTERPORC y PROVACUNO.

Las mujeres ganaderas siempre han estado muy presentes en el sector, pero tradicionalmente se las ha relacionado de manera injusta y generalizada con tareas de apoyo y con un rol secundario o de mera ayuda familiar. Esa escasa visibilidad que, como en muchos otros ámbitos de la sociedad, ha afectado a la mujer en el mundo rural y ganadero, debe ser cosa del pasado si no se quiere poner más en riesgo el futuro de la España rural. Junto a muchas otras dificultades, uno de los más importantes problemas a los que se enfrenta el medio rural español es su elevado grado de población masculina y de envejecimiento, por lo que apoyar la presencia y la puesta en valor del trabajo de las mujeres en esta parte fundamental de España es un reto estratégico de futuro.

Conseguir una plena igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres también en el medio rural es una cuestión de justicia, derechos fundamentales y responsabilidad ética, pero también representa un importante soporte del desarrollo económico y un elemento esencial de la vertebración territorial y de la cohesión social en estas áreas. La actividad ganadera en nuestro territorio rural la convierte en el principal eje vertebrador de la España Despoblada y se asienta como una palanca imprescindible para su recuperación.

 

La diversidad ganadera y la implantación industrial cárnica son factores de modernización y de generación de valor social y económico. Por ello, crear igualdad de oportunidades y trabajar en todo lo necesario para alcanzar, en todos los sectores de la cadena ganadero-cárnica, la paridad en la responsabilidad y el empleo femenino, se convierte en un reto inexcusable en el que están trabajando de forma intensa todos los sectores ganaderos y cárnicos de nuestro país.

Esto es tan importante que el propio programa Next Generation para la reconstrucción económica de la Unión Europea establece que una de sus prioridades en la aprobación de esos planes de reconstrucción es “fomentar la igualdad de oportunidades al garantizar que las consideraciones de igualdad de género se incorporen a las actividades y acciones de los programas e instrumentos pertinentes y contribuyan a la igualdad entre hombres y mujeres”. En España, la fuerte la implicación de la cadena ganadero-cárnica en esa dirección se ha explicitado entre sus compromisos públicos de cara a conseguir esa igualdad.

Y sin duda los proyectos de futuro que están abordando los sectores ganadero cárnicos, impulsados por sus organizaciones interprofesionales, van a contribuir de forma decisiva a estos avances para la mujer rural. Tanto el importante proyecto sectorial de inversiones Next Generation, ligado a los fondos europeos, que fortalecerá además la cohesión territorial y el impulso de la España Rural, como la Red Municipal Ganadero-Cárnica, que se constituye como un foro en el que los municipios españoles con una presencia relevante de actividad ganadero-cárnica comparten inquietudes, retos y oportunidades.

 

Junto a muchas otras dificultades, uno de los más importantes problemas a los que se enfrenta el medio rural español es su elevado grado de población masculina y de envejecimiento, por lo que apoyar la presencia y la puesta en valor del trabajo de las mujeres en esta parte fundamental de España es un reto estratégico de futuro.

 

Queda mucha tarea por delante y el sector está trabajando firmemente para fomentar la presencia de mujeres en las granjas y en los establecimientos de transformación y su participación en la toma de decisiones a nivel estratégico, económico y social. Para conseguir estos avances es necesario implementar medidas como promover programas formativos específicos para mujeres; apoyar e impulsar medidas de conciliación laboral y familiar; tender a la paridad en los puestos de trabajo, en igualdad de condiciones de empleo; propiciar la incorporación de las mujeres en
puestos de responsabilidad; potenciar la titularidad compartida de las granjas en el seno de una unidad familiar, etc.

 

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Una labor imprescindible
Las mujeres cumplen funciones económicas, sociales y medioambientales en el medio rural y, con su trabajo en las granjas, contribuyen de forma esencial al desarrollo sostenible del entorno. La normativa en igualdad de género ha ido reconociendo la labor económica y social de la mujer en el campo y, en concreto, ha ayudado mucho a dar la visibilidad que las mujeres ganaderas han merecido históricamente.

En cuestión de avances sociales y de mentalidad, se ha dado un salto formidable. Cada vez hay más empresarias jóvenes que sacan adelante su propia granja y que se implican de manera determinante en la transformación de los productos ganaderos. No solo el emprendimiento va a más, también el liderazgo por parte de las mujeres.

Las estructuras del sector ya no son dirigidas solo por hombres: cada vez más mujeres ostentan puestos donde se toman las decisiones que marcarán el futuro de la actividad ganadera y cárnica.

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