La huella hídrica de la actividad en granjas de porcino se ha reducido en un 15% en los últimos 10 años gracias, entre otras cuestiones, a la mejora en los índices de conversión del pienso o la optimización de instalaciones, equipos y calidad del agua, así como de sistemas de limpieza y refrigeración. Por otra parte, el avance es aún mayor si nos remontamos a los últimos 30 años, en los que el sector porcino español ha reducido la huella hídrica por cerdo producido a nivel de granja en 167 m3 por cerdo equivalente (100 kg), lo que supone una mejora de cerca del 30%, según la interprofesional INTERPORC.
Con motivo del Día Mundial del Agua, INTERPORC pone de manifiesto que los datos son «el firme compromiso del sector porcino con el consumo responsable de agua y en el avance hacia un impacto climático neutro en 2050». La concienciación y el compromiso de todos los profesionales del sector porcino de capa blanca español con la sostenibilidad es rotundo, siguen avanzando y mejorando, pero también debemos tener en cuenta que estamos entre los países más avanzados del mundo en la protección del medio ambiente y eso es también de merecido reconocimiento.
Asimismo, diversos estudios prevén una disminución del empleo de agua en otro 10% adicional en 2030 y de hasta un 40% en 2050 gracias, entre otros factores, a las mejoras de los rendimientos en granja -productividad, ritmos de crecimiento y eficiencia en el uso de agua y del pienso- y a las restricciones de la huella hídrica de las materias primas en la formulación de los piensos.