La ley francesa contra el despilfarro alimentario fija objetivos de reducción tanto para la restauración colectiva (2025) como para la comercial (2030) y contempla un certificado nacional para distinguir a los actores de la cadena alimentaria más comprometidos.
La etiqueta nacional antidesperdicio alimentario tiene por objeto destacar a los actores de la cadena alimentaria que contribuyan a los objetivos nacionales de reducción del desperdicio alimentario en un 50%:
- De aquí a 2025 en los ámbitos de la distribución de alimentos y la restauración colectiva;
- De aquí a 2030 en los ámbitos del consumo, la producción, la transformación y la restauración comercial.
Su objetivo es mejorar y potenciar buenas prácticas para garantizar un nivel reducido de despilfarro alimentario. La creación de este certificado es un paso importante en la lucha contra el desperdicio de alimentos en Francia, ya que, según los últimos estudios, Francia desperdicia alrededor de 10 millones de toneladas de alimentos cada año, lo que equivale a un coste de alrededor de 16.000 millones de euros.
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