INTEROVIC ha acercado las recetas de cordero a través de su participación al festival Chefs on Fire, que ha tenido lugar el 4 de octubre. De la mano de Roberto Martínez Foronda (Tripea) se ha propuesto dos recetas de cordero: el Paquito “a la Norteña” y una salchicha de cordero cocinada en directo en la zona de fuego.
INTEROVIC ha estado presente en algunas de las grandes citas festivaleras del calendario: primero en Meat & Fire (Barcelona) de la mano de Cañitas Maite; después en el Festival Internacional de Benicàssim (FIB) con el equipo de El Galliner; y ahora cerrará el ciclo en Madrid junto al chef Roberto Martínez Foronda y el equipo de Tripea.
Para la ocasión, Roberto presentará dos creaciones originales en torno al cordero: el Paquito de cordero “a la Norteña”, elaborado con cordero guisado a baja temperatura, crema de frijol y cebolla encurtida, que estará disponible durante toda la jornada en la foodtruck de INTEROVIC. Y, por otro lado, una salchicha de cordero anticuchada con aligot y kimchee de ají panca, que el chef cocinará en directo en la zona de fuego del festival. Este último bocado refleja la esencia de Tripea: una cocina mestiza, viajera y sin miedo al riesgo, donde sabores de raíz popular dialogan con técnicas y matices internacionales.
La jugosidad del cordero nacional, el aligot cremoso y el picante fermentado del kimchee se combinan en una propuesta que une tradición y modernidad.
Con esta participación, INTEROVIC reafirma su compromiso de acercar al público urbano la riqueza del ovino y caprino, mostrando la versatilidad del cordero en la cocina contemporánea y reforzando los valores de sostenibilidad, tradición e innovación que definen al sector.
COMPROMISO CON LA SOSTENIBILIDAD
En línea con su nueva campaña europea “Celebra lo cotidiano con cordero”, INTEROVIC resalta los beneficios medioambientales del consumo de la carne de cordero y caprino, dos de las carnes más sostenibles dentro de la Unión Europea. Su producción en España, realizada en más de 110.000 granjas de ovino y 75.000 de caprino en áreas rurales, contribuye significativamente a la preservación de los paisajes naturales, mejora la fertilidad del suelo y apoya la biodiversidad. Además, estas granjas rurales son esenciales para el desarrollo económico en áreas que, de otro modo, no podrían destinarse a otros usos agrícolas.