La Organización Interprofesional Agroalimentaria del Ovino y Caprino (INTEROVIC) quiere mostrar su firme condena ante los hechos recientemente desmantelados por el Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, relativos a una red dedicada a la comercialización ilegal de productos cárnicos sin ningún tipo de control sanitario. Esta actividad pone en grave riesgo la salud pública y atenta directamente contra el bienestar animal y la reputación del sector ovino y caprino. Un sector ganadero responsable, comprometido y profesional, como así ha venido demostrando a lo largo de todos estos años.
“Desde INTEROVIC queremos felicitar y agradecer al SEPRONA por el excelente trabajo realizado, así como por su compromiso con la defensa del sector, la seguridad alimentaria y el respeto a los estándares de producción exigidos por el modelo de producción europeo, el más estricto del mundo” ha declarado Raúl Muñiz, presidente de INTEROVIC.
Certificado B+ de Bienestar Animal
La interprofesional reitera su compromiso con la seguridad alimentaria, el bienestar animal y la trazabilidad de todos los productos derivados del ovino y caprino. En esta línea, INTEROVIC impulsó hace varios años la creación del certificado B+ de Bienestar Animal, el más estricto del sector, que garantiza el cumplimiento riguroso de los estándares en todas las fases del proceso productivo, desde la granja hasta la mesa. Este certificado no solo garantiza la calidad y seguridad del producto, sino también el cumplimiento ético con los animales y el entorno rural.
Este tipo de actividades fraudulentas, suponen una grave amenaza para la confianza del consumidor y para el esfuerzo que, día a día, ganaderos, industrias y distribuidores realizan para ofrecer productos seguros, sostenibles y de alta calidad.
En esta línea, Raúl Muñiz ha añadido “Desde INTEROVIC queremos destacar que el sector ovino y caprino es sinónimo de garantía, transparencia y compromiso con la sociedad. Actualmente, ciento cincuenta mil familias trabajan directa o indirectamente para este sector, por lo que hechos aislados no podemos dejar que manchen su reputación, esfuerzo y gran trabajo”.
Este tipo de actividades fraudulentas, además de ilegales, suponen una grave amenaza para la confianza del consumidor y para el esfuerzo que, día a día, ganaderos, industrias y distribuidores realizan para ofrecer productos seguros, sostenibles y de calidad.