El sector ganadero es parte activa para conseguir un modelo de desarrollo sostenible e implementar de manera eficaz y adecuada la estrategia europea De la Granja a la Mesa. Se trata de una estrategia enmarcada en el Pacto Verde Europeo. Pero a pesar de las buenas intenciones, la estrategia europea tiene una seria de paradojas. El sector ganadero, gracias a una iniciativa impulsada por la plataforma «European Livestock Voice» y Carni Sostenibili, se ha unido para presentar cuáles son estas paradojas.
La ganadería ha evolucionado. La aplicación de las nuevas tecnologías ha provocado que sea más eficiente y necesite menos recursos. Por lo tanto, se habla de la ganadería desde una perspectiva urbana, sin tener en cuenta su realidad.
La primera paradoja que presenta la iniciativa es el valor nutricional de la carne. La ciencia es taxativa. Consumir proteínas animales ha favorecido el desarrollo del cerebro humano. Desde un punto de vista nutricional, las proteínas animales son las más eficientes. Encontramos los 9 aminoácidos esenciales (histidina, isoleucina, leucina, lisina, metionina, fenilalanina, treonina, triptófano y valina); 16 vitaminas y minerales, entre ellas las B12 la vitamina que no sintetiza nuestro cuerpo y tiene que obligatoriamente captarla desde los alimentos de origen mineral en cantidad suficiente; y 10 compuestos bioactivos como la coenzima Q10, la L-carnitina o la creatina.
Si el ser humano se ha convertido en un ser inteligente es gracias a una dieta omnívora y a los valores nutricionales de los alimentos de origen animal.
El sector cárnico es parte de la solución para conseguir alimentos saludables y frenar el cambio climático