Los ganaderos confían en que la Escuela de Pastores ayude a potenciar y a dar a conocer el sector, además de mostrar la importancia que tiene en el asentamiento de la población en las zonas rurales. «Es muy descorazonador observar cómo las pedanías se van despoblando. Está demostrado que la ganadería extensiva, junto a otros trabajos agrícolas, ayuda a fijar la población y lo hace con más eficacia que la agricultura, aunque hay que distinguir entre los cultivos de arbolado, que también ayudan a fijar la población, y los de cereal, que no ayudan tanto», explican los ganaderos.
Entre los objetivos de la escuela se encuentran la necesidad de formar una generación de pastores y la creación de una bolsa de trabajo que pueda ofrecerse a las explotaciones de ganadería extensiva, y la difusión de la cultura pastoril de la raza ovina segureña, en un marco de sostenibilidad social, económica y medioambiental.
Se ha diseñado un plan formativo que cuenta con diez cursos de 30 horas cada uno, repartidas en 15 horas de teoría y 15 de prácticas, que va a permitir conocer a los aprendices de este oficio cuestiones muy diversas y de gran importancia del pastoreo.
Los cursos incluyen materias sobre los animales y las instalaciones; alimentación y etología; sanidad; manejo productivo y reproductivo; trazabilidad y registros; bienestar animal de los rumiantes; manipulación y aplicación de biocidas en instalaciones ganaderas; iniciación a la apicultura; elaboración artesanal de queso de cabra; y conocimiento y uso de productos fitosanitarios.