La estrategia «De la granja a la mesa», en el corazón del Pacto Verde Europeo, representa un cambio sustancial en la política agrícola y alimentaria de la UE, que tendrá un impacto estructural en la producción alimentaria europea y la productividad agrícola durante los próximos 10 años. La creación de un sistema alimentario sostenible, sin dejar de garantizar el suministro de alimentos, una nutrición adecuada, las preferencias alimentarias y la salud pública, salvaguardando el medio ambiente y el bienestar animal, es un objetivo compartido por igual por las cadenas de suministro ganaderas europeas.
La estrategia «De la granja a la mesa» se votará en las comisiones de medio ambiente y agricultura del Parlamento Europeo en una sesión conjunta en junio. Establece objetivos ambiciosos: Crear un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente, sin embargo, la estrategia también presenta algunas paradojas que destacan lo difícil que es mantener un equilibrio entre la sostenibilidad ambiental y la sostenibilidad de nuestro suministro / seguridad alimentaria.
Hoy, Europa es uno de los mayores productores agrícolas del mundo y un operador principal en el comercio agroalimentario internacional. La producción europea ha alcanzado niveles de eficiencia y estándares de calidad y seguridad alimentaria que se encuentran entre los más altos del mundo.
El 40% de todo el mercado agroalimentario europeo está compuesto por el sector ganadero que, con un valor de 170.000 millones de euros, emplea directamente a más de 4 millones de personas.
¿Cuáles son las paradojas de la estrategia «De la granja a la mesa»?
1.- La nutrición: La ciencia lo afirma con claridad. Desde la prehistoria hasta hoy consumir proteínas animales ha favorecido el desarrollo del cerebro humano. Las proteínas animales son las más eficientes:
- 9 aminoácidos esenciales: lisina, metionina, isoleucina, leucina, valina, histidina, triptófano, treonina y fenilalanina.
- 16 vitaminas y minerales: B1, B2, B5, B6, B12 y D, B3, A, K, biotina, potasio, hierro (hemo), selenio, cromo, zinc y fósforo.
- 10 compuestos activos: Ácido linoleico conjugado, coenzima Q10, creatina, carnosina, colina, L-carnitina, taurina, ácido lipoico, péptidos lipoactivos de la carne y glutatión.
2.- Uso del suelo: En Europa los terrenos dedicados a la ganadería y al pastoreo se han mantenido constantes en los últimos 60 años, mientras que la población ha crecido en más de 125 millones de personas. Por lo tanto no es cierto que la ganadería utilice terrenos valiosos para cultivos dedicados a la alimentación humana.
3.- Medioambiente: Donde hay ganadería hay personas que contribuyen al cuidado de las tierras evitando su abandono, la construcción sin restricciones, los desequilibrios hidrogeológicos y la pérdida de biodiversidad. En Europa la producción de carne es responsable, sólo, del 7,2% de emisiones de C02, mientras que la media mundial es del 14,5%. El 85-90% restante proviene del calentamiento global y al uso de combustibles fósiles.
4.- Economía: La estrategia europea apunta a una reducción del sector ganadero. Esto podría derivar en una mayor importación de carnes de otros países y un mayor impacto en el clima. Las emisiones de CO2 no conocen fronteras y la contaminación a nivel mundial, aumentaría y, reducir este sector, pondría en crisis a otros sectores.
5.- Bienestar animal: La legislación europea sobre bienestar animal es una de las más avanzadas y completas del mundo. Si dejáramos de criar ganado en Europa e importáramos de otros países, ¿el bienestar animal estaría garantizado?
6.- Fertilizantes: Europa prevé una reducción del 20% de fertilizantes y aumentar en un 25% las producciones orgánicas para 2030. Pero el estiércol permite fertilizar el terreno sin utilizar abonos químicos. Por lo tanto, si eliminamos o reducimos el ganado, habrá menos abonos naturales.
7.- Empleo: De media, una granja garantiza 7 puestos de trabajo en las zonas rurales. Por lo tanto, la ganadería es fundamental para garantizar la vida en el mundo rural. Sin granjas, habrá despoblación.
8.- Patrimonio gastronómico y cultural: La UE propone cadenas de suministros cortas y productos de proximidad. Esto choca con la llamada ‘globalización de los alimentos’, que no son ni gastronómicos, ni cultural, ni son de proximidad.
9.- Seguridad alimentaria: En 2050, el 70% de la población vivirá en zonas urbanas. ¿Qué pasará si seguimos reduciendo la ganadería? Pues tendríamos menos comida que llevar al plato y generaría caos social. Sobre el debate entre sostenibilidad y abastecimiento de alimentos solo la ciencia puede y debe tener la respuesta
En qué otras cadenas influye el objetivo de la Comisión
El objetivo de la Comisión de reducir los impactos de la producción ganadera puede influir en los hábitos de consumo de carne, pero también tendrá impactos negativos en muchas otras cadenas alimentarias y no alimentarias interconectadas. La cadena de suministro de ganado es estructuralmente el más complejo, el más circular y por naturaleza el más resistente de los ecosistemas de producción.
Los productos alimenticios primarios dependen de la ganadería como la leche, el queso, el yogur y otros productos lácteos (cadena de suministro bovino) o los huevos (cadena de suministro avícola), pero también de numerosas cadenas de suministro no alimentarias como: cueros, pieles y cuero (zapatos , bolsos, cinturones, sofás, moda, coches, etc.), biomédicos (cápsulas para medicamentos, heparina, válvulas cardíacas orgánicas, etc.), la cadena de suministro de cosméticos y detergentes (cremas, labiales, jabones, etc.), la mascota cadena de suministro de alimentos para mascotas, fertilizantes orgánicos también esenciales para la agricultura orgánica y biomasas agrícolas e industriales necesarias para producir energía renovable, como biogás y biometano.
Los impactos del sistema ganadero son del 7,2%, la mitad de las emisiones globales en la actualidad (14,5%). El sector ganadero no es el único responsable de las emisiones de CO2 porque la mayoría de las emisiones actuales, 85-90%, se derivan del uso de combustibles fósiles para producir energía en la industria, en el sector residencial y en el transporte.
¿Efecto invernadero?
En Europa, todo el sector agrícola es responsable del 10,3% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Casi el 70% de ellos proceden del sector ganadero y están compuestos por gases de efecto invernadero distintos del CO2 (metano y óxido nitroso). Esto significa que, gracias a las eficiencias productivas logradas y las innovaciones tecnológicas implementadas en la Unión Europea, los impactos del sistema ganadero son del 7,2%, la mitad de las emisiones globales en la actualidad (14,5%). El sector ganadero no es el único responsable de las emisiones de CO2 porque la mayoría de las emisiones actuales, 85-90%, se derivan del uso de combustibles fósiles para producir energía en la industria, en el sector residencial y en el transporte.
Evitando la despoblación
También es importante señalar donde hay ganadería y pastoreo de animales, también hay personas que cuidan la tierra, evitando que sea abandonada, limitando la inestabilidad hidrogeológica y evitando una disminución de la biodiversidad.
Impacto económico
Según una investigación reciente del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos sobre los impactos económicos de la propuesta actual «De la granja a la mesa», se estima que la adopción de esta estrategia en Europa conducirá a:
- Reducción del 12% en la producción agroalimentaria europea
- Aumento del 2% de las importaciones
- Reducción del 20% de las exportaciones
- Pérdida de poder adquisitivo de los consumidores europeos
- Caída significativa del PIB agrícola europeo
La pérdida de productividad del sector agroalimentario europeo tendrá un impacto negativo, no solo en los consumidores europeos, sino también en aquellas regiones donde las poblaciones sufren deficiencias nutricionales en el mundo actual.
Donde hay ganadería y pastoreo de animales, también hay personas que cuidan la tierra, evitando que sea abandonada, limitando la inestabilidad hidrogeológica y evitando una disminución de la biodiversidad
La solución no es reducir la producción agrícola en Europa, sino hacerla aún más eficiente y sostenible, garantizando así la accesibilidad alimentaria para todos a un precio justo.
El sector ganadero es y quiere seguir siendo parte activa de esta transición, sin desconocer los avances logrados en materia de sostenibilidad en los últimos 30 años. Sería imperdonable perder las ventajas ya establecidas en un intento por transformar totalmente el sistema.
Estudios recientes, como por ejemplo uno publicado en la revista Sustainable Nature3, explican cómo el uso de tecnologías en Agricultura Digital permitiría mantener los volúmenes de producción actuales utilizando menos de la tierra utilizada hoy. El objetivo deseable sería una Europa autosuficiente capaz de compartir su producción con los países en desarrollo. No es limitando la producción que esto se puede lograr
La solución no es reducir la producción agrícola en Europa, sino hacerla aún más eficiente y sostenible, garantizando así la accesibilidad alimentaria para todos a un precio justo.
Vídeo presentación de las 9 paradojas en Bruselas.