Los Gremios del comercio de alimentación al por menor de Catalunya instan a las administraciones a tomar medidas inmediatas, reales y efectivas para reducir los costes energéticos. Ante esta situación alertan del riesgo acelerado de la desaparición del comercio de proximidad. Según una comunicado conjunto, los gremios representan a 17.306 empresas, 20.353 establecimientos y 55.429 trabajadores
La Federació Catalana d’Associacions dels Gremis de Flequers, la Federació Catalana de Carnissers-Xarcuters-Candaladers, el Gremi de Detallistes de Fruites i Hortalisses de la Província de Barcelona, el Gremi de Detallistes del Bacallà i la Pesca Salada, el Gremi d’Herbolaris, Apicultors i Alimentació Dietètica i Biològica de Catalunya, el Gremi de Pastisseria de Barcelona y el Gremi de Peixaters de Catalunya se han reunido para tratar cuestiones que están afectando gravemente a los sectores del comercio tradicional de alimentación.
En la actuación situación económica provocada, entre otros, por la sostenida y desbocada subida de todos los costes energéticos, «el sector del comercio tradicional de alimentación, formado esencialmente por autónomos y pymes, están haciendo una gran esfuerzo por mitigar el impacto negativo de estos incrementos en el consumidor final», y esta situación «si se prorroga en el tiempo» puede llevar «definitivamente a la reducción del tejido productivo y comercial del país».
Las diferentes entidades firmantes del comunicado denuncian que «la subida del precio de los alimentos es consecuencia directa del incremento de los costes energéticos y por tanto, una medida como la anunciada de poner un tope a los precios no es ninguna solución sino que, por el contrario, puede tener efectos negativos sobre la producción y la competencia».
Contrarios a la cesta de productos básicos
La medida del Gobierno para topar los precios de productos básicos «solo beneficiará a los grandes operadores en perjuicio del pequeño comercio, que no dispone de margen para ausmir la medida».
Peligran puestos de trabajo en economías que ya están en riesgo. Peligra el tejido productivo. Peligra la estructura comercial de nuestro país. Los gremios piden que las administraciones «tomen medidas inmediatas, reales y efectivas para reducir los costes de producción, especialmente los energéticos, y garantizar así la viabilidad presente y futura del comercio tradicional y de proximidad».