El cuerpo de inspectores de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad refuerza durante las fiestas navideñas su actividad para garantizar la seguridad alimentaria de los 10 mataderos de la región. Para garantizar la cobertura de la actividad de inspección postmortem, el Gobierno regional ha autorizado la contratación del servicio de apoyo técnico al control oficial en materia de higiene alimentaria en los mataderos de la región por un importe de 913.646,32 euros y para los años 2021 a 2023.
Cada año, los 38 veterinarios oficiales y 10 auxiliares de inspección de Salud Pública inspeccionan 27 millones de animales para prevenir posibles problemas de salud y garantizar que el consumo de los productos es seguro.
El control oficial que los inspectores veterinarios llevan a cabo tiene una doble vertiente. Por un lado, realizan la denominada “inspección ante mortem” de todos los animales que van a ser sacrificados. Es decir, el examen individual de cada uno de ellos para comprobar su buen estado de salud, lo que permite detectar cualquier anormalidad que pudiera afectar a la aptitud de las carnes que van al consumidor final.
La presencia de estos veterinarios oficiales en los mataderos durante toda la jornada de sacrificio, exigida por la normativa vigente, no se ha interrumpido, ni siquiera en los peores momentos de la crisis sanitaria.
A lo largo de todo el Estado de alarma, los técnicos han acudido a realizar la inspección, siempre que los mataderos han sacrificado animales, incluidos domingos y festivos, actividad que se sigue manteniendo en la actualidad. La actuación de los inspectores ha requerido un gran esfuerzo por la peculiaridad de la operativa en estos establecimientos, donde el trabajo en cadena y las condiciones de humedad y temperatura facilitan el riesgo de contagio.
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