Según el rotativo neoyorquino, algunos analistas dicen que no es posible saber si estos alimentos son más sostenibles que la carne porque las empresas no siempre son transparentes al informar sobre sus emisiones. Según The New York Times, en los últimos años, tanto consumidores como inversores han devorado las hamburguesas, las salchichas y el pollo de Beyond Meat, gracias, al menos en parte, al mensaje que pregona la empresa de que sus productos de origen vegetal son buenos para el medioambiente».
Pero, Sustainalytics, una firma que califica la sostenibilidad de las empresas con base en su impacto ambiental, social y de gobernanza corporativa, no lo cree. “No creemos tener la información suficiente para decir que Beyond Meat es distinta a JBS en lo fundamental”, afirman en un reportaje en la cabecera norteamericana. Según los críticos, el problema es que ni «Beyond Meat ni Impossible Foods -su rival en EEUU- divulgan la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero que generan sus operaciones, cadenas de suministro o desechos de consumo. Tampoco revelan los efectos que tienen sus operaciones en los bosques ni cuánta agua utilizan».
“La narrativa dominante de la industria de productos vegetales y los capitalistas de riesgo que la apoyan es que estas empresas son más benéficas para el medioambiente, para la salud, para esto y para aquello”, explicó Ricardo San Martin , director de investigación del programa de carnes alternativas en la Universidad de California, campus Berkeley. “Pero en realidad es una caja negra. Hay muchos elementos del contenido de estos productos que no se revela. Todas las empresas tienen una cadena de suministro, y hay una huella de carbono detrás de esa cadena”.