El ganadero en colaboración con un veterinario y otros asesores tienen la máxima importancia. Comienza con la selección de animales donde el agricultor busca rasgos como la longevidad de los animales, la robustez, la eficiencia de los recursos y el impacto ambiental.
Y continúa con un plan de gestión de la salud animal que incluye conceptos tales como:
- Medidas de bioseguridad.
- Buena vivienda.
- Buena higiene.
- Nutrición adecuada.
- Monitoreo regular de la salud y el bienestar, incluida la vacunación cuando se recomienda, y el tratamiento de la enfermedad cuando sea necesario.
Desde el veterinario hasta las nuevas tecnologías
Los animales, al igual que las personas, pueden enfermarse, sin importar las prácticas agrícolas, y requieren el cuidado adecuado del veterinario y el agricultor. Reducir las infecciones en los animales también es importante para mejorar la seguridad alimentaria, el rendimiento de los alimentos y reducir el sufrimiento de los animales. La buena cría, la bioseguridad y la higiene son las piedras angulares de la protección de la salud y el bienestar de los animales en las granjas de Europa.
El uso de la vacunación para prevenir enfermedades junto con una buena higiene de la granja, planes de salud del rebaño y una buena nutrición son los primeros pasos para reducir la aparición de enfermedades bacterianas. Siempre que sea posible, los agricultores se adhieren al concepto de que prevenir es siempre mejor que curar.
El uso de diagnósticos y otras tecnologías innovadoras como el monitoreo digital también puede ayudar con la detección temprana de enfermedades y ayudar a una gestión de salud más específica.
Sin embargo, a pesar de los mejores esfuerzos, como las personas, los animales pueden enfermarse. Es deber del ganadero proporcionar la atención adecuada según lo aconsejado por un veterinario en caso de enfermedad.