Diálogo Estratégico para el Futuro de la Agricultura en la UE: ¿UN NUEVO ESCENARIO PARA LA GANADERÍA COMUNITARIA?

Desde ANAFRIC  nos hacemos eco del nuevo artículo publicado por Realidad Ganadera sobre el futuro de nuestro sector, dentro de la nueva Comisión Europea. El artículo ha sido elaborado por la  Asociación Española de Productores de Huevos (ASEPRHU)

La nueva Comisión quiere adaptarse a un nuevo entorno. El Pacto Verde y la Estrategia de la Granja a la Mesa, que centraron la hoja de ruta de la anterior Comisión, ponían el foco en la transición verde y en una política agroalimentaria que debía renovarse con normas que en buena medida reducirían la productividad y  competitividad de la Unión Europea (UE)[1].

Los informes presentados por Enrico Letta[2] y Mario Dragui[3] en 2024 coinciden en un diagnóstico crítico de las deficiencias del Mercado Único y de la competitividad de la UE y en la necesidad de que esta adopte estrategias urgentes para mantenerse como un actor relevante en el escenario económico global. Este es el foco del trabajo de la nueva Comisión.

 

La nueva visión de la Comisión Europea, según ASEPRHU

En el capítulo agroalimentario, la Presidenta Ursula von der Leyen se comprometió a escuchar más al sector agrario tras la oleada de protestas de los productores reclamando políticas que tuvieran en cuenta sus necesidades y preocupaciones. Por ello, encargó el Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UEcon participación de 29 entidades de los sectores agroalimentarios europeos, la sociedad civil, las comunidades rurales y el mundo académico, y que concluyó con el informe “Una perspectiva compartida para la agricultura y la alimentación en Europa”. El documento orientará el trabajo de la Comisión Europea en su Visión para la Agricultura y la Alimentación, que la Comisión presentará en los 100 primeros días de mandato.

 

 

 

La Presidenta de la Comisión Europea señaló durante la presentación del informe que “difícilmente haya un sector en nuestro continente más importante que la agricultura” y “es como todos sabemos, vital para nuestra salud, estratégico para nuestra economía y nuestra autosuficiencia”. Asimismo, indicó que “sabemos que los agricultores y ganaderos se enfrentan a muchos y crecientes desafíos, desde la durísima competencia mundial hasta los efectos devastadores del cambio climático”.

 

 

En el capítulo agroalimentario, la Presidenta Ursula von der Leyen se comprometió a escuchar más al sector agrario tras la oleada de protestas de los productores reclamando políticas que tuvieran en cuenta sus necesidades y preocupaciones

 

El informe destaca que la producción alimentaria y agrícola desempeña un rol estratégico en el nuevo contexto geopolítico como una parte esencial de la seguridad europea.

Centrándonos en lo relativo a la ganadería, se constatan los desafíos afrontados en los últimos años, y también que la ganadería sigue siendo parte de la solución de los retos que tenemos, como la contaminación por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y de nitratos al agua, la resistencia a los antibióticos, el uso de recursos naturales, incluido el agua, y las cuestiones de bienestar animal.

La ganadería ocupa a 4 millones de personas en la UE y representa el 40% del valor total de la agricultura. Proporciona alimentos, subproductos y servicios a la sociedad y, por ello, se debe apoyar su transición hacia una mayor sostenibilidad y la gestión de las externalidades negativas.

 

La Comisión Europea debe desarrollar una estrategia sobre el papel clave de la ganadería basada en ciencia solvente y consultando a las partes interesadas para promover, entre otras iniciativas:

• Apoyo financiero para inversión, asesoramiento y educación

• Apoyo a prácticas y soluciones tecnológicas avanzadas para la reducción de emisiones, e incentivar el uso de energías renovables en las explotaciones ganaderas

• Promoción de enfoques innovadores de economía circular

• Soluciones a largo plazo en áreas de alta concentración de ganado con impacto ambiental

 

La innovación, la tecnología y el conocimiento desempeñan un papel fundamental en la transición del sector agroalimentario. Es fundamental fomentar las colaboraciones público-privadas y aumentar las inversiones en investigación e innovación. El informe menciona la importancia de promover las “oportunidades digitales” y pide apoyo a medio plazo para acelerar  la digitalización del sector y las inversiones en infraestructura digital.

 

El informe destaca que la producción alimentaria y agrícola desempeña un rol estratégico en el nuevo contexto geopolítico como una parte esencial de la seguridad europea

 

Sobre la revisión de la normativa de bienestar animal que la Comisión anunció en 2020 como parte de la Estrategia “Farm to Fork” (de la granja a la mesa), el informe apunta que “no debería socavar la competitividad ni los altos estándares que el sector ganadero de la UE ya ha alcanzado en las últimas cinco décadas”.

Por ello, tendría que basarse en:

• Una evaluación de impacto socioeconómico holística y exhaustiva actualizada, considerando en particular las implicaciones para las explotaciones medianas y pequeñas;

• El enfoque “Una sola salud”

• El modelo de las “cinco libertades”

• Evidencia científica y asesoramiento científico de la EFSA

 

El informe reconoce que la transición de los sistemas agroalimentarios implica inevitablemente intereses contrapuestos y complejas compensaciones que sólo pueden resolverse mediante el compromiso. La sostenibilidad económica, medioambiental y social en el sector agroalimentario pueden reforzarse mutuamente cuando están respaldadas por medidas políticas coherentes.

Para tener en cuenta el impacto socioeconómico para los productores y los operadores, la Comisión debe facilitar medios, recursos y plazos adecuados para que el mercado se adapte a los cambios que podrían dar lugar a un aumento de los costes. También deberían adoptarse períodos de transición adecuados a cada especie, de modo que no se comprometa la continuidad de las externalidades positivas que proporciona el sector ganadero en la UE y se eviten o mitiguen las externalidades negativas.

 

La ganadería ocupa a 4 millones de personas en la UE y representa el 40% del valor total de la agricultura. Proporciona alimentos, subproductos y servicios a la sociedad y, por ello, se debe apoyar su transición hacia una mayor sostenibilidad y la gestión de las externalidades negativas

 

En particular, se afirma que “el compromiso de la Comisión con la eliminación progresiva de las jaulas y otros sistemas de confinamiento cerrado en la cría de animales debe ir acompañado de un período de transición específico para cada especie y apropiado, y garantizar que los agricultores reciban una compensación financiera completa para garantizar una transición fluida y viable para todos los productores implicados”.

En lo que respecta a las normas comerciales, la Comisión debe garantizar la coherencia con las normas de bienestar animal de la UE y garantizar que no se socave el modelo de producción ganadera de la UE y la legislación de la UE en materia de bienestar animal.

 

Para tener en cuenta el impacto socioeconómico para los productores y los operadores, la Comisión debe facilitar medios, recursos y plazos adecuados para que el mercado se adapte a los cambios que podrían dar lugar a un aumento de los costes

 

 

 

En la revisión de la legislación sobre bienestar animal, la Comisión debe proponer un sistema de etiquetado del bienestar animal integral y considerar si será obligatorio. Este debería informar a los consumidores sobre sus opciones y generar confianza, aumentar la conciencia sobre las normas de bienestar animal e incentivar y recompensar a los agricultores para que lo mejoren. La UE debería financiar la comunicación sobre este etiquetado.

Por otro lado, el informe del Diálogo Estratégico también incluye algunas recomendaciones que consideramos “puntos grises” del mismo. Por ejemplo, constata la reducción del consumo de algunos alimentos de origen animal y el mayor interés por las proteínas de origen vegetal, e indica que “es crucial apoyar esta tendencia reequilibrando hacia opciones de origen vegetal y ayudando a los consumidores a aceptar la transición”.  En este punto, recordamos el reciente informe de la FAO que analizó el efecto de distintas medidas para reducir las emisiones ligadas a la ganadería[4], y que indica que reducir el consumo de alimentos de origen animal es de las que tiene menor impacto en la reducción de emisiones.

 

Se afirma también, en el punto sobre “mejora de las prácticas agrícolas sostenibles”, que “la Comisión Europea y los Estados miembros deben seguir apoyando la producción ecológica y las prácticas agrícolas agroecológicas”. En el estudio del Joint Research Centre “Modelling environmental and climate ambition in the agricultural sector with the CAPRI model”1 se estima la pérdida media de rendimiento al sustituir la producción convencional por la ecológica en un 20%. Impacto que afectará sin duda a los precios y, mucho más importante aún, a la seguridad alimentaria de la Unión Europea. No olvidemos que la propia Comisión Europea reconocía en 2021 la “necesidad de un sistema alimentario europeo previsor ante posibles riesgos y crisis”, tras enseñanzas extraídas de la COVID-19, y por ello creó un Mecanismo Europeo de Preparación y Respuesta ante las Crisis de Seguridad Alimentaria (MEPRCSA), que se activaría en caso de crisis. Incrementar la producción ecológica apunta en la dirección contraria al objetivo de prever posibles crisis de seguridad alimentaria.

 

En conclusión, estamos en un momento decisivo en la definición de la estrategia de la nueva Comisión Europea sobre el sector agroalimentario, y en particular, sobre la ganadería. El informe del Diálogo Estratégico sobre el Futuro de la Agricultura de la UE aborda aspectos muy relevantes y propone en esta legislatura un enfoque regulatorio práctico y orientado a la competitividad, que permita mantener y mejorar una actividad ganadera que es parte esencial de la economía, la sociedad y la alimentación de los europeos. Si bien hay algunas recomendaciones deberían reconsiderarse, es un buen punto de partida para que la Comisión defina su “Visión para la Agricultura y la Alimentación”.

 

Fuente: Artículo elaborado por Asociación Española de Productores de Huevos (ASEPRHU)


[1] Barreiro Hurle, J., Bogonos, M., Himics, M., Hristov, J., Perez Dominguez, I., Sahoo, A., Salputra, G., Weiss, F., Baldoni, E. and Elleby, C., Modelling environmental and climate ambition in the agricultural sector with the CAPRI model, EUR 30317 EN, Publications Office of the European Union, Luxembourg, 2021, ISBN 978-92-76-20889-1, doi:10.2760/98160, JRC121368.- https://publications.jrc.ec.europa.eu/repository/handle/JRC121368
[2] Enrico Letta, Much more than a market, 2024 – Speed, Security, Solidarity 146 Empowering the Single Market to deliver a sustainable future and prosperity for all EU Citizens -https://www.consilium.europa.eu/media/ny3j24sm/much-more-than-a-market-report-by-enrico-letta.pdf
[3] Mario Dragui, The future of European competitiveness, Part A – A competitiveness strategy for Europe, 2024 – https://www.consilium.europa.eu/media/ny3j24sm/much-more-than-a-market-report-by-enrico-letta.pdf
[4] FAO. 2023. Pathways towards  lower emissions – A global assessment of the greenhouse gas emissions and mitigation options from  livestock agrifood systems. Rome https://doi.org/10.4060/cc9029en

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