Alemania encadena su segundo año consecutivo de aumento en el consumo de carne, alcanzando los 53,2 kg por persona en 2024, según datos preliminares de los que se ha hecho eco Eurocarne. La carne de ave fue la proteína cárnica con mayor crecimiento, llegando a los 13,6 kg per cápita, mientras que la carne de cerdo se mantuvo prácticamente estable con 28,4 kg, y la de vacuno alcanzó los 9,3 kg por persona, a pesar del encarecimiento de esta última categoría.
En conjunto, el consumo total se situó en 4,44 millones de toneladas, lo que representa un incremento del 0,8 % respecto a 2023. Este aumento se produjo en un contexto de precios medios al alza, con una subida del 1,3 %, aunque el precio de la carne de ave se mantuvo incluso por debajo del año anterior.
Recuperación de la producción nacional
Una de las claves para esta estabilidad ha sido la recuperación de la producción nacional, que creció un 1,4 %, hasta 7,3 millones de toneladas. Destacan especialmente el aumento de la producción de carne de cerdo (+1,9 %), seguido del pollo (+1,3 %) y la carne de vacuno (+1,1 %). Por el contrario, bajó la producción de pavos, patos, gansos, ovejas y cabras.
En el ámbito del comercio exterior, las importaciones descendieron un 1,4 %, hasta los 3,14 millones de toneladas, debido a una menor entrada de carne de cerdo y vacuno. Sin embargo, aumentaron las compras de carne de ave. Las exportaciones también cayeron ligeramente (-0,3 %), aunque repuntaron con fuerza las ventas de carne de cerdo a países terceros.
Este equilibrio entre consumo y producción llevó a un ligero aumento en la tasa de autosuficiencia, que pasó del 119,5 % en 2023 al 120,5 % en 2024. Por categorías, la carne de cerdo alcanza el 134,6 %, la de vacuno el 108,2 % y la de ave el 100,4 %. Aun así, los cortes más demandados, como el filete o la chuleta de cerdo, presentan una autosuficiencia inferior a la media.
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