En España se producen anualmente 650.000 toneladas de carne. La seguridad alimentaria en la carne de vacuno se asocia a garantizar la trazabilidad. Esta herramienta permite dar información desde el nacimiento, crianza, transporte, sacrificio, despiece y comercialización con destino al consumidor. La normativa europea es muy estrictas y rigurosa en lo que afecta a la actividad de los ganaderos: identificación, registro, condiciones higiénico-sanitarias, uso de medicamentos, protección del medio ambiente, plan de viaje para desplazamientos, etc.
Este sistema de trazabilidad comienza con la identificación individual del animal y se compone de:
Marcas auriculares, ubicadas en las orejas del animal, en las que se identifica:
- El país
- La autoridad competente
- La verificación o control
- La comunidad autónoma
- La identificación individual del animal
La base de datos informatizada o SITRAN que integra al Registro General de Explotaciones Ganaderas (REGA), al Registro de Identificación Individual de Animales (RIIA) y el Registro de Movimentos (REMO).
Documento de Identificación Bobino (DIB), que acompañará al animal en todos sus traslados.
Libro de registro de la explotación, accesible durante un periodo mínimo de tres años.
*Información procedente de la guía de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), “Importancia de la carne de vacuno en la alimentación de los españoles”.