Desde el 1 de febrero de 2024, en Alemania es obligatorio que los puntos de venta etiqueten el origen de la carne fresca, refrigerada o congelada de porcino, ovino, caprino y aves de corral que no esté envasada. Hasta ahora, el reglamento sólo se aplicaba a la carne de vacuno sin envasar y a la carne envasada.
El objetivo de esta iniciativa es, según el ministro alemán, Cem Özdemi, que los clientes puedan apoyar a los proyectos nacionales y consumir «carne alemana». «Made in Germany» no sólo es sinónimo de calidad, sino también de unas normas de bienestar animal y medioambientales más estrictas en comparación con las de muchos otros países.»
La Comisión de la UE está estudiando actualmente la posibilidad de ampliar el etiquetado de origen obligatorio a otros alimentos y el BMEL (el Ministerio Federal de Agricultura y Alimentación Alemán) está estudiando la posibilidad de ampliar el etiquetado de origen para la carne en la restauración.