El pasado 26 de diciembre, las autoridades francesas anunciaron la prórroga en la obligación de indicar el origen de la carne y leche en las etiquetas de los productos hasta el 31 de marzo de 2020.
Esto significa que los procesadores y fabricantes franceses que elaboren y vendan dichos productos alimenticios a los consumidores franceses seguirán estando obligados a enumerar el país de origen hasta marzo de 2020.
Las autoridades francesas anunciaron que Francia ha sido autorizada a alargar el COOL para los productos cárnicos y lácteos, lo que significa que la Comisión de la UE ha aprobado dicha prórroga. Según las autoridades francesas, el objetivo es mejorar la calidad de los productos y aumentar el conocimiento entre los consumidores de qué es lo que pasa con sus alimentos.
El objetivo final de las autoridades francesas es establecer una normativa a nivel de la UE que regule la forma en que los países etiqueten el origen de los ingredientes.
Esta prórroga tiene lugar a pesar de la pregunta preliminar formulada al Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJCE),que está pendiente de respuesta, sobre la base legal del COOL francés.