Italia quiere que se comience a enseñar dieta mediterránea en las escuelas, como una asignatura más. La propuesta del ministro de Sanidad italiano, Orazio Schillaci, es que los estudiantes tenga una hora a la semana como si fuera educación para la ciudadanía, con el objetivo de formar a los jóvenes para prevenir enfermedades en el futuro.
Así lo recoge La Vanguardia que resume la visita que realizó el ministro, que también es médico, a la celebración de la jornada nacional «made in Italy» dedicada a la dieta mediterránea a Cilento, ciudad del sur del país. Resulta que cerca de Cilento, en Pioppi, existe un museo dedidado a la dieta mediterránea, según reza el rotativo, y que es un homenaje a Ancel Kesys, científico estadounidense que dedicó 40 años a estudiar los beneficios de la dieta, declarada patrimonio inmaterial de la humanidad por la Unesco en 2010.
Para Schillaci, «comer de una forma correcta y sana significa mejorar el propio estado de salud». Aunque por ahora se trata de una propuesta lanzada al viento, ya que no existe ningun medida programada, se ha abierto una mesa de diálogo con los ministros de Educación, Agricultura, Deportes y Políticas Juveniles para que se pueda aplicar esta hora semanal.
Según destaca La Vanguardia, la idea del ministro se enmarca en la batalla que lleva adelante el Ejecutivo de Giorgia Meloni para defender la gastronomía italiana antes las innovaciones tecnológicas y los productos de la competencia extranjero.
El mismo rotativo destaca que los datos del ministerio italiano son claros: seguir la dieta de forma estricta puede reducir la mortalidad en casi un 10%.