Según el último informe de previsiones agroalimentarias de la FAO y la OCDE, la demanda mundial de carne crecerá en 47,9 millones de toneladas en la próxima década. Este incremento, motivado por el aumento de la población y los ingresos, irá acompañado de una mejora en la productividad y un consumo medio per cápita que se incrementará en 0,9 kg por persona.
Se estima que en 2034 se alcanzarán los 406 millones de toneladas de carne producida en el mundo, con Asia concentrando el 55% del crecimiento, especialmente en producción avícola. Esta última seguirá siendo la carne de mayor crecimiento, representando el 62% del aumento total, gracias a su eficiencia, menor coste y adaptación a zonas urbanas.
En cuanto al comercio, se prevé una desaceleración: las importaciones mundiales de carne crecerán solo un 10% (frente al 37% de la década anterior), en parte debido a la menor dependencia de China. Las emisiones de gases de efecto invernadero se incrementarán un 6%, menos que el crecimiento de la producción (13%), gracias a mejoras en eficiencia y mayor peso al sacrificio.
Por tipos de carne:
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Avícola: crecerá especialmente en países de ingresos medios-altos, aunque enfrenta retos como la influenza aviar, bioseguridad y bienestar animal.
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Vacuno: se espera un crecimiento hasta 84 millones de toneladas, impulsado por mejoras genéticas y comerciales, especialmente en China e India.
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Porcino: alcanzará los 130 millones de toneladas, aunque su consumo per cápita global bajará un 4%.
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Ovino: crecerá un 15%, hasta los 19 millones de toneladas, gracias a mejores precios y tasas de parto, aunque en la UE se espera un descenso.
Este escenario confirma que el sector cárnico seguirá siendo estratégico para la seguridad alimentaria global, con desafíos claros en sostenibilidad, sanidad y adaptación a nuevas demandas del mercado.
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