Los ultraprocesados vegetales, pierden fuelle. Así lo explica La Vanguardia en un artículo del que nos hacemos eco. Según la cabecera nacional, las ventas de los sustitutos de la carne en Estados Unidos han caído un 10,5% hasta el mes de septiembre.
Según un estudio de Boston Consulting Group, los dos principales frenos propios son el precio y el sabor. “El valor del producto plant-based duplica el de la carne convencional y por eso, las hamburguesas, salchichas o embutidos vegetales todavía son un producto premium ”, sostiene. El segundo elemento a mejorar es el sabor. Según el estudio, a pesar de que 7 de cada 10 consumidores están interesados en probar el producto, sólo el 30% considera que la carne vegetal sabe igual o mejor que la original.
Este mismo estudio apunta que durnate la pandemia el consumidor ha regresado a los alimentos básicos y después, ha llegado la hiperinflación. Han subido los precios de las materias primas y del transporte y el incremento se ha repercutido al consumidor final.
Además, las bolsas han sufrido un descenso generalizado y hay menos dinero disponible en el mercado, lo que ha mermado los recursos y ha incrementado las exigencias de los inversores para alcanzar la rentabilidad. “Ante este panorama, es previsible una concentración de empresas”, apuntan en La Vanguardia.