La contaminación por plásticos de envases de un solo uso es un gran problema de sostenibilidad que necesita soluciones innovadoras. El proyecto YPACK, financiado por la Unión Europea (UE) y liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha desarrollado y patentado un material a partir de subproductos de la industria alimentaria como alternativa al envasado tradicional de alimentos.
El nuevo envase puede alargar la vida útil de carnes, pescados o verduras, y degradarse en un periodo máximo de 90 días desde que se desecha, a la vez que puede reducir el desperdicio de comida, que es uno de los objetivos de la estrategia de la bioeconomía circular de la UE.
Tenéis más información en este enlace.