Cambios en los hábitos alimentarios en España: menos alimentos frescos y más platos preparados

La alimentación en los hogares españoles ha cambiado profundamente en los últimos años. Uno de los indicadores más claros de esta transformación es la caída en el consumo de fruta fresca, que ha pasado de 90,2 kilos por persona en 2016 a 64,4 kilos en 2025, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Una reducción cercana al 30% que pone de manifiesto una nueva forma de llenar la cesta de la compra.

Cambios en los hábitos alimentarios en España menos alimentos frescos y más platos preparados

Este cambio responde a diversos factores, entre ellos, el auge del teletrabajo, las nuevas preferencias nutricionales y, sobre todo, el encarecimiento de los productos alimentarios, con una subida del 2,9% en el último año (hasta marzo de 2025). Estas circunstancias están provocando que los productos frescos pierdan terreno frente a soluciones más rápidas y prácticas.

La fruta fresca lidera el retroceso en el consumo, con una caída de más de 25 kilos por persona en la última década. Pero no es el único alimento que ha perdido presencia en la dieta. El pescado, por ejemplo, ha descendido de 14,4 a 9,22 kilos por persona, y la leche líquida también ha reducido su consumo en casi 11 litros per cápita.

En el lado contrario, los platos preparados ganan protagonismo. Su consumo ha pasado de 12,9 a 17,47 kilos por persona, lo que supone un aumento de más de 5 kilos. Este dato refleja un cambio en las prioridades del consumidor, donde la rapidez y la facilidad de preparación son determinantes.

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