La ausencia de lluvias provoca la falta de pastos, lo que obligará al ganadero a tener que comprar pienso y forraje para poder suplir esta falta de alimento para los animales. Esta situación va a suponer un considerable aumento del coste de la alimentación animal para la ganadería extensiva, tal como ya advierten desde las diferentes organizaciones agrarias.
La Revista Cárnica ha recopilado algunas opiniones de las asociaciones del sector. Y todas apuntan a que «la situación es grave» y que «el sector se enfrenta a pérdidas millonarias». La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Aragón ha hecho un llamamiento a las autoridades competentes para que pongan en marcha un Plan Integral que se adelante «a la grave situación de pérdidas que va a vivir el campo aragonés», que va a afectar a la ganadería: «En la ganadería, especialmente extensiva y semiextensiva, es ya seguro que no habrá suficiente pasto disponible y que las pérdidas para los ganaderos serán millonarias».
UAGA, la Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón, UAGA-COAG, añade que “los ganaderos de ovino no disponen de pastos para alimentar al ganado, y lo mismo les sucede a los apicultores: la escasez de vegetación en los montes impide que las abejas encuentren alimento”.
Por otra parte, ASAJA Castilla-La Mancha ha puesto en marcha el Observatorio de la sequía agrícola y ganadera que pretende convertirse en un espacio de información permanente sobre el impacto de la sequía y de la escasez hídrica en la agricultura y la ganadería de la región.
Un equipo de profesionales técnicos de la organización agraria será el encargado de analizar y valorar el estado de los cultivos y de la cabaña ganadera periódicamente, de tal manera que toda la información recopilada sirva para trasladar la crítica situación a las Administraciones públicas, así como informar a la ciudadanía.
En Cataluña, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha afirmado que la sequía es el problema más grave que afronta Cataluña en este momento.
COAG Andalucía ha advertido campo andaluz sufre una «crisis sin precedentes» provocada por una «dura» sequía que ya se ha «cargado» la campaña de cereales, de girasol, ha «mermado» las campañas del olivar, los hortícolas para fresco, los cultivos forrajeros y «los pastos que impactan directamente en la ganadería».
