Artículo en Realidad Ganadera: ¿Es moralmente defendible comer carne?

A pesar de la creciente demanda mundial de proteínas, ciertos medios de comunicación, ONGs e influencers cuestionan cada vez más la justificación ética del consumo de carne. Las fuentes de proteína animal han desempeñado históricamente un papel importante en las dietas humanas, dado su papel nutritivo.

Sin embargo, en las regiones de altos ingresos con alta seguridad alimentaria, se está impulsando el argumento para reducir el consumo de carne o incluso evitarla, por las preocupaciones sobre la cría y el sacrificio de animales, el bienestar animal en la producción intensiva y  los impactos ambientales. Esta corriente está respaldada por el desarrollo de alternativas basadas en plantas, que se promueven como más respetuosas con el medio ambiente y moralmente responsables.

 

No deben darse por sentados el sentido práctico y la sostenibilidad de una dieta vegana global, ya que pueden conducir a resultados poco éticos, especialmente en regiones con tierras cultivables limitadas y el contexto agrícola adecuado. Por ejemplo, el cultivo de quinoa en Bolivia ha provocado la degradación de la tierra, lo que ha afectado a las dietas locales

 

 

Consideraciones éticas contemporáneas sobre el consumo de carne en un mundo con una creciente demanda global de proteínas.

 

La malnutrición sigue siendo un problema mundial importante, siendo crucial el acceso a suficientes proteínas. Los beneficios nutricionales de la carne, incluida su alta calidad de proteínas y su contenido de vitaminas y minerales, a menudo se citan por aquellos que están en desacuerdo con el argumento de que el consumo de carne debe restringirse.  Argumentan que las dietas basadas en plantas carecen de cantidades suficientes de al menos algunos de estos nutrientes. Al mismo tiempo, algunos expertos también sostienen que se deben tener en cuenta los beneficios ambientales de la producción de carne sostenible, como la mejora de la salud del suelo y la promoción de la biodiversidad.

Por lo tanto, no deben darse por sentados el sentido práctico y la sostenibilidad de una dieta vegana global, ya que pueden conducir a resultados poco éticos, especialmente en regiones con tierras cultivables limitadas y el contexto agrícola adecuado. Por ejemplo, el cultivo de quinoa en Bolivia ha provocado la degradación de la tierra, lo que ha afectado a las dietas locales. Los argumentos éticos en contra de la carne a menudo pasan por alto los impactos económicos y sociales en los agricultores. Una dieta puramente basada en plantas no es factible para todos debido a las limitaciones de tierra y los costes de importación.

 

Los argumentos éticos en contra de la carne a menudo pasan por alto los impactos económicos y sociales en los agricultores. Una dieta puramente basada en plantas no es factible para todos debido a las limitaciones de tierra y los costes de importación

 

Para abordar las preocupaciones éticas, la industria cárnica debe mejorar la comunicación e invertir en avances científicos para mejorar el bienestar animal. Mantener parte del consumo de carne con métodos de producción sostenibles puede reducir el daño y promover sistemas alimentarios más justos. Este enfoque debe equilibrar los derechos humanos, la salud pública y la sostenibilidad ambiental, especialmente para aquellos menos empoderados en la sociedad.

Vea el artículo completo de Candace Croney, Janice Swanson, «¿Es moralmente defendible comer carne? Consideraciones éticas contemporáneas | Fronteras Animales | Oxford Académico (oup.com)«

Fuente: Artículo original de la European Livestock Voice

Our partners