La Asociación Española de Biogás (Aebig) apuesta por colocar sus plantas en el centro de la transformación de los purines y estiércoles para producir fertilizantes, creando nuevas posibilidades en la gestión de los residuos de la ganadería y en el abono del campo.
Así lo asegura en una entrevista a EFE Agro. «Las plantas de biogás suelen tratar los purines, los estiéroles, las gallinazas y otros productos ricos en nutrientes como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, cuyas mezclas funcionan a su vez como fertilizantes». Con ello, se contribuye a evitar problemas medioambientales como el exceso de aplicación de los purines, las perforaciones a los acuíferos o los malos olores.
Las plantas de biogás no solo actúan como receptoras de esos subproductos y producen el gas que luego se valoriza inyectándolo en la red o por consumo energético, sino que también ofrecen otras opciones como centros «reguladores» de purines, facilitando la logística y aportando nuevas fuentes de ingresos y de energía como las que representa el gas renovable.