ADAP, la Asociación para el Desimpacto Ambiental de los Purines, denuncia una “situación crítica” en las plantas de tratamiento de purines. Las plantas se encuentran paradas a consecuencia de los altos precios del gas, la incertidumbre regulatoria, la intervención del mercado. Por este motivo la asociación pide al Ministerio para la Transición Ecológico y el Reto Demográfico «un marco regulatorio estable que garantice la continuidad y extienda la vida de las plantas».
Para ADAP estas plantas actúan como un ‘partner’ ecológico del sector porcino, al dar respuesta al excedente de los subproductos. Según el informe de la consultora AFI el sector porcino es “un importante vector de crecimiento de la economía española, con una alta capacidad de generación de puestos de trabajo» y las plantas de tratamiento «son uno de los grandes aliados de los ganaderos en la descarbonización del sector porcino».
AFI señala la conveniencia de «extender la vida útil de las plantas ADAP y de impulsar un nueva regulación que favorezca la construcción de nuevas instalaciones y la inversión en tecnologías innovadoras».
