La inflación ‘se come’ a la carne

El año 2022 quedará registrado como el año en el que la inflación se desbocó. El año en el que el IPC llegó a crecer hasta el 13,6% y los alimentos se convirtieron en el elemento de este índice que más se encarecieron, con subidas históricas en algunos productos como la carne.

Así, según los datos del Panel de consumo alimentario, del Ministerio de Agricultura, los hogares españoles reducen la compra de carne a cierre de año móvil octubre de 2022 en un 12,4%. El valor del mercado, también cierra en negativo con un decrecimiento del 6,7%.

 

 

La publicación Financial Food analiza a fondo este panel y el comportamiento de los precios de la carne. Todos los segmentos cárnicos decrecen:

  • La carne congelada pierde el 19,2% del volumen.
  • La carne transformada lo hace en un 8,6%.
  • La carne fresca acumula un descenso del 13,6% de noviembre 2021 hasta octubre 2022.

Dentro del segmento de carne fresca, el retroceso se hace más notable en el segmento de la compra de carne de ovino y caprino, con una caída del 24,7%. Por
otra parte, la carne de vacuno y conejo, superan el 15% de la variación en negativo.

De acuerdo a estas cifras del panel del MAPA, la compra de carne por parte de los hogares españoles en 2021 se redujo en un 10,2%, lo que equivale a una facturación un 8,2 % más baja que durante el año anterior. Si se analiza la evolución con respecto al periodo prepandemia, se observa que el volumen de carne consumido desciende un 0,8 %, mientras que su valor crece un 3,7 %.

 

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